María Esthela Macías Herrera,
de 66 años, vecina del Fraccionamiento Insurgentes, cuenta cómo el
proyecto Huerto Urbano, del Municipio de Aguascalientes, cambió la vida
de muchas familias de la zona. Ella colabora constantemente en el
desarrollo de su comunidad, está a cargo de dos Clubes de Personas
Adultas Mayores.
El Huerto Urbano Insurgentes es uno de los dos que existen en el
municipio (el otro está ubicado en la Colonia Guadalupe Peralta); estos
espacios fomentan también la convivencia familiar, pues los niños se
suman a las labores que aquí se realizan. “Mis primeros nietos venían a
ayudarnos a regar y a plantar cuando estaban chicos, ahora lo hacen mis
nietos más pequeños y aquí juegan, aprenden y de aquí comen también”,
dice doña Esthela.
Los vecinos se dicen contentos de que el Huerto Urbano sea un espacio
en el que cultivan sus propios alimentos libres de pesticidas, además de
varias hierbas medicinales con las que ahora han creado su propia
“farmacia viviente”, para elaborar pomadas, ungüentos y aceites.
El Huerto Urbano se ha convertido en un espacio en el que los vecinos
se reúnen con sus familias y que entre todos cuidan y trabajan, unos
desyerbando, otros regando. Elote, chayote, frijol, tomatillo, cilantro,
repollo y chiles, es algo de lo que se siembra, pero Doña Esthela
dice que no sólo es el cultivo, sino los talleres que se ofrecen y que
les han servido para sacar adelante esta labor y tener una cosecha
exitosa; destacan las enseñanzas sobre las Técnicas de Riego, Creación
de Composta, Nutrición y Manualidades, todo lo cual transforma al Huerto
en un centro de aprendizaje y recreación.
“Para algunos vecinos mayores significa tener una terapia ocupacional,
ya que mantienen sus lazos afectivos compartiendo sus conocimientos y su
experiencia; además es muy bonito ver crecer las plantas y aportar,
aunque sea un poco, a cuidar nuestro entorno.”
Personal de la Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable
(SEMADESU) cuenta que este tipo de talleres se pueden otorgar al público
en general, en los que se les asesora para que mejoren las condiciones
alimentarias de las comunidades y se trabaja para que más niños y
jóvenes participen en estos centros y conozcan cómo es el proceso de
sembrar sus propios alimentos.
Para
mayores informes sobre cómo formar parte de estos talleres, la
ciudadanía puede llamar al Centro Regional de Educación y Cultura de la
Biodiversidad (CEREBIO) al 9 71 01 54.
0 comentarios
Publicar un comentario