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A dos días de que se inicie la 179 Feria Nacional de San Marcos, los gobiernos estatal y municipal, encabezados por los panistas Luis Armando Reynoso Femat y Martín Orozco Sandoval, respectivamente, están enfrascados en una nueva disputa, esta vez para determinar a cuál le corresponde la mayor tajada de impuestos por permisos para expender bebidas alcohólicas y por uso de suelo, entre otros gravámenes.

El ayuntamiento capitalino autorizó la venta de bebidas alcohólicas únicamente durante tres de las cuatro semanas que dura la fiesta, pero el gobernador insiste en que dicho permiso debe durar toda la feria e inclusive ''todo el año'' en las 90 hectáreas donde se instalará lo que se ha dado en llamar ''la cantina más grande del mundo''.

Armando Jiménez San Vicente, secretario de Desarrollo Económico, informó que la feria dejará una derrama de más de 700 millones de pesos, que se repartirá entre cientos de micro, medianos y grandes empresarios. Otra parte irá a las arcas del estado, mediante el patronato que organiza la fiesta, y otra al ayuntamiento capitalino.

Las primeras diferencias se dieron en febrero, cuando el gobernador anunció que la feria duraría cuatro semanas, igual que en 2006, y no las tres acostumbradas, a lo que el alcalde respondió que se realizaría una consulta para decidir la duración.

En esos días estaba reciente el enfrentamiento entre el grupo de los institucionales -al que pertenece el alcalde- y Reynoso Femat, quien solicitó en diciembre un crédito por 2 mil millones de pesos a pagar en 25 años.

En febrero, Orozco Sandoval reiteró que sólo autorizaría la venta de alcohol por tres semanas, porque ''así lo decidieron los sectores de la sociedad'' consultados. No obstante, decenas de propietarios de bares y cantinas se reunieron ayer con el alcalde para pedirle que también les permitan vender en la cuarta semana, a lo que el munícipe respondió: ''Existe una posibilidad de que el cabildo haga una excepción y se otorgue para jueves, viernes y sábado''. Los empresarios anunciaron que buscarán otra reunión.

Sin embargo, al cierre de esta edición trascendió que poco más de 35 empresarios no abrirían durante las cuatro semanas en protesta por la negativa del alcalde a otorgarles permiso para vender alcohol durante las cuatro semanas de la feria, lo que afectaría a cientos de personas que consiguen empleo en esta temporada, indicó Francisco del Muro, uno de los quejosos.

Noventa hectáreas para beber

El 4 de abril el cabildo aprobó por unanimidad ampliar de 48 a 90 hectáreas el perímetro donde se instalará la feria. Manuel Cortina Reynoso, secretario del ayuntamiento, aclaró: ''La ley del patronato dice que el municipio debe excluirse de conocer de su competencia durante la feria, y lo que hizo fue precisamente incluirse, meterse a seguir siendo autoridad, pero permitirle al patronato que organice la fiesta''.

Raúl Alvarez Gutiérrez, presidente del Patronato de la Feria Nacional de San Marcos, organismo del gobierno estatal encargado de la verbena, expresó: ''Hay una ley vigente, que es la del patronato, que exige la aprobación del cabildo para operar la feria. Para mí, Martín Orozco ofreció cumplir la ley y la cumplió. Prefiero partir de esa base''.

Cortina Reynoso dijo además que, por ofrecer los servicios de seguridad pública, alumbrado y limpia, entre otros, el ayuntamiento calcula recaudar ''cerca de 11 millones de pesos''. Sin embargo, intrerrogado sobre el monto que se espera recaudar por permisos, señaló: ''No se puede calcular porque hay diversas tarifas. Hay solicitudes a la mitad y casi al final de la feria''.

Según la Ley de Ingresos de este año, el costo de los permisos que otorga el municipio aumentó desde 10 hasta 100 por ciento o más, como ocurrió a dos locatarios que señalaron que en 2006 les cobraron 11 mil pesos por vender bebidas alcohólicas y este año la tarifa aumentó a 25 mil pesos, ''y eso que no es año de Hidalgo''. Otro agregó con ironía: ''Lo bueno es que dijeron que no iban a subir mucho''.

Según el presidente del patronato, Alvarez Gutiérrez, los permisos se encarecieron hasta en 30 por ciento.

También está por verse el comportamiento de los asistentes durante la última semana de la feria. Orozco Sandoval advirtió que del 7 al 13 de mayo quien sea sorprendida por la policía capitalina ingiriendo alcohol en el perímetro de la feria y se niegue a tirar su bebida, será detenido por violar el reglamento municipal.

Alvarez Gutiérrez respondió: ''Esta es una feria abierta. Se puede beber no sólo en los establecimientos, sino también fuera de ellos. Es uno de los grandes atractivos. Además, habrá que ver qué fuerza policial puede contener a más de 300 mil personas en un fin de semana en el área ferial, con todo lo que ello conlleva''.

Orozco Sandoval repuso molesto: ''El ayuntamiento no busca ganancias'', pero recordó que los dueños de cantinas le comentaron que el patronato ''les va a cobrar 500 mil pesos de renta por cada local; además, falta lo del permiso para vender alcohol y la extensión de horarios y todo eso''. Es la guerra de la feria y el alcohol.
La Jornada | Rebatiña entre autoridades por la derrama de la feria de San Marcos | Especulación con bares y terrenos

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