Cancerígeno arrojado al aire y al agua

La mayor parte de los desechos industriales arrojados al aire y al agua por Productos Farmacéuticos, S. A. de C. V. (Chinoin), asentada en Rincón de Romos, Ags., son un compuesto químico denominado 1,2-Dicloroetano, altamente explosivo y considera por el Departamento de Salud de Estados Unidos como un cancerígeno. En México, esa planta industrial es la única que emite al aire y al agua dicho componente, según datos de la SEMARNAT.
La divulgación en el diario Reforma, el jueves 18 de octubre, de que la empresa Productos Farmacéuticos, S. A. de C. V. (Chinoin) ocupa el sexto lugar entre las empresas que más contaminan el agua en América del Norte, provocó una avalancha de declaraciones en defensa de la citada industria asentada en el municipio de Rincón de Romos, en el kilómetro 4.2 de la carretera a la comunidad de Pabellón de Hidalgo.
El Secretario de Desarrollo Económico estatal, Armando Jiménez Sanvicente y el alcalde de Rincón de Romos, Juan Manuel Méndez Noriega mostraron su extrañeza por las cifras y aseguraron que Chinoin cuenta con un certificado de Industria Limpia, que la misma empresa rotuló en el muro de uno de los edificios.
En tanto, el delegado de la Comisión Nacional del Agua (CNA), Julio César Medina Delgado dijo que la empresa no es usuaria de esa dependencia, porque descarga en el sistema de drenaje del parque industrial en que se ubica. Medina Delgado aseguró que el monitoreo de las descargas es responsabilidad de PROFEPA.
Sin embargo, Adrián Hernández, gerente de Recursos Humanos y Andrés Sánchez, responsable ambiental de Chinoin, dijeron al reportero que durante el miércoles 17 y el jueves 18 de octubre, personal de CNA realizó un muestreo de las descargas de la planta.
Un recorrido por la parte posterior de la planta industrial mostró que un tubo de drenaje que sale de la propiedad de la empresa descarga en una laguna de oxidación desechos líquidos de color oscuro que huelen mal e irritan los ojos y la garganta, efectos similares a los que produce el 1,2-Dicloroetano.
Un campesino que cuida vacas en el predio donde están las lagunas de oxidación dijo que por ese tubo se arrojan desechos con regularidad. También refirió que Rubén Moreno, Basilio Velázquez y Javier García tuvieron que vender sus propiedades colindantes con la planta porque las descargas dejaron estériles sus tierras.
Los desechos de Chinoin se mezclan en las lagunas de oxidación con aguas negras y posteriormente son usadas como agua de riego.
Los funcionarios de la empresa dijeron en entrevista que los terrenos aledaños fueron adquiridos para crear una zona de amortiguamiento y evitar que otras empresas se instalen en las cercanías y afecten sus procesos de producción.
Dijeron que ellos no arrojan ningún desecho a las lagunas de oxidación propiedad del gobierno municipal y que, en cambio, tienen un permiso municipal para usar aguas negras. Tampoco pudieron explicar la descarga de desechos por el tubo que lleva hasta la laguna de oxidación y supusieron que se trataba de los lodos de uno de los tanques de la planta tratadora de aguas que tienen dentro de los terrenos de la empresa, en la que incluso mostraron un estanque con peces, mismo que dijeron sirve para monitorear la calidad del agua tratada.

Cancerígenos al aire y al agua
Chinoin no solo arroja contaminantes al agua, según el reporte En Balance de la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA), también lo hace al aire. Y por lo menos tres de las seis sustancias que arroja como desechos están enlistadas en la categoría cancerígenos conocidos o presuntos.
El principal desecho químico que Chinoin arroja al aire y al agua es el 1,2-Dicloroetano. Durante 2004, según el informe, esa sustancia fue emitida al aire en casi 40 toneladas y al agua sumó 17 toneladas. En México, esa empresa es la única que desecha ese tipo de sustancia, que también está considerada tóxica en la Ley Canadiense de Protección Ambiental.
De acuerdo a la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR) del Departamento de Salud del gobierno de Estados Unidos, respirar o ingerir altos niveles de 1,2-Dicloroetano puede producir daño del sistema nervioso, el hígado, los riñones y los pulmones, y puede causar cáncer.
La mayoría de las emisiones de este contaminante son al aire, donde puede permanecer más de 5 meses antes de ser degradado. En el agua se degrada muy lentamente y se evapora al aire. Cuando es liberado en el suelo se evapora al aire y también puede contaminar aguas subterráneas.
De acuerdo al Ministerio del Trabajo del gobierno de España, el vapor del 1,2-Dicloroetano irrita los ojos, la piel y el tracto respiratorio. La inhalación del vapor puede originar edema pulmonar. La sustancia puede causar efectos en el sistema nervioso central, riñón, hígado, dando lugar a alteraciones funcionales.

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Fotos: Juan Manuel Robledo/s.i.glo21

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