El boletín de prensa del gobierno estatal, número 1123, fechado el viernes 16 de diciembre da cuenta del interés del gobernador Luis Armando Reynoso Femat porque en la elección de candidatos del Partido Acción Nacional (PAN) al Senado por el estado de Aguascalientes, haya "una propuesta de unidad que contribuya a la fortaleza", del partido en que milita y ahora tira línea.
No está mal que tenga deseos de unidad, atributo urgente en institutos políticos tan atomizados como el PAN Aguascalientes; lo que da pena ajena es que el gobernador, en el más puro estilo pristoide, algo aprendió de su padre, diga que: "los aspirantes mejor posicionados en el ánimo de la ciudadanía, deben ser quienes representen los intereses de los aguascalentenses y en ese sentido, consideró como los más viables a Felipe González González y a Rubén Camarillo Ortega".
Semanas atrás, cuando se registró como aspirante al escaño, José Luis Novales, el ex Secretario de Desarrollo Social, presumió de tener el apoyo de Reynoso Femat, lo gritó a quien quisiera escucharlo; incluso dijo que el mandatario estatal firmó la hoja del registro, apoyando su precandidatura.
Ahora resulta que el gobernador hasta hace que su oficina de prensa mande un boletín para que los panistas sepan como deben complacerlo: votando el domingo a favor de Felipe González González y de Rubén Camarillo.
¿Dónde termina el Luis Armando priista y dónde comienza el panista? Hasta ahora es un misterio bastante complicado de resolver. Quizá intentando por el análisis de la miseria humana se pueda llegar más rápido y certero a la respuesta.
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