Hoy inicia la edición 180 de la Feria Nacional de San Marcos, que se extenderá del 19 de abril al 18 de mayo de 2008.
La versión oficial de la historia de la verbena abrileña dice:
Con una noble tradición de 180 años, la Feria de San Marcos es un gran acontecimiento que ha modelado en buena medida el carácter y la historia de la ciudad de Aguascalientes.El descuido con el que hacen las cosas en el gobierno estatal impide que conozcamos al autor del texto. Lo que no se les pudo pasar es meterle en los párrafos finales una dosis de propaganda oficialista, un autoelogio a la ambición personal disfrazado de modernismo y desarrollo.
Iniciada el cinco de noviembre de 1828, apenas 7 años después de que se consumó la independencia de México, la historia de la feria puede dividirse en varias etapas. La primera abarca de 1828 a 1847, cuando la verbena se celebraba en el mes de noviembre, en los portales de un antiguo Parián a medio construir.
En los años siguientes, el Parián se conformó como un funcional conjunto de cuatro portales, acondicionado con tiendas tanto hacia el lado de afuera como hacia el interior, donde la feria se fue consolidando como un atractivo regional y un dinámico evento al que los aguascalentenses y foráneos acudían para aprovisionarse, pero también para divertirse,
La segunda etapa de la feria va de 1848 a 1912 y es identificada por un lento y cadencioso desarrollo en los alrededores de su nueva sede, el legendario Jardín de San Marcos.
Durante esos años, la feria fue convirtiéndose en una festividad entrañable y provinciana, típica del Siglo XIX. El evento mudó su sede porque se consideró que el jardín de San Marcos -cuya emblemática balaustrada había sido construida hacía poco- con sus amplios paseos arbolados, proporcionaría la comodidad necesaria para ser anfitrión de los festejos. Se dispuso también que la feria tuviese verificativo en el mes de abril, cuando el jardín ofrecía mejor aspecto y se celebraban en el templo las fiestas en honor del evangelista.
A lo largo de la segunda mitad del Siglo XIX, el ayuntamiento estuvo constantemente tomando medidas que contribuyeran al lucimiento de las fiestas. En el volante que anunciaba la “función de San Marcos” –como se conoció a la feria por aquellos años-, se hablaba de los atractivos de un jardín “convertido en gigantesco ramillete de flores”, de la Exposición Anual de Artes e Industria, de las diversiones “que por todas partes se ofrecen” y de todo aquello que hacía de la feria de San Marcos “una de las más hermosas entre las que tienen lugar en distintos puntos de la república”.
Desde esos primeros años la feria de Aguascalientes encontró en las corridas de toros uno de sus mayores atractivos en la precaria plaza llamada del “Buen Gusto”, ya que el ayuntamiento disponía que “para esparcimiento público” se celebrasen doce o más festejos taurinos.
Para 1896 la fiesta brava tenía ya tal arraigo, que en tan sólo 48 días fue construida una nueva plaza frente a la calle de Democracia, ubicada a escasos cien metros del jardín: La Plaza de Toros San Marcos. La corrida inaugural tuvo lugar el 24 de abril de ese mismo año con un cartel en el que figuró como único espada el diestro Juan Jiménez “Ecijano”, quien lidió cinco toros de la ganadería de venadero propiedad de José María Dosamantes, dueño y constructor de la plaza.
A lo largo de siete décadas la Plaza de Toros San Marcos significó la consolidación de una gran tradición taurina para Aguascalientes, una época de oro que brilló intensamente gracias, entre otras tantas cosas, a la participación sistemática de los mejores toreros españoles y mexicanos en el serial taurino de la Feria de San Marcos, que se ha posicionado como uno de los mejores de Latinoamérica y que ahora luce su liderazgo en uno de los cosos más bellos de América, la Plaza de Toros Monumental construida en 1974.
Otro de los atractivos distintivos de la Feria de San Marcos son las peleas de gallos, arraigadas entre la población desde los inicios de la verbena, presentaban los combates de mayor apuesta entre los mejores galleros de la región en los palenques la Primavera y El Recreo.
A partir del Siglo XX las peleas de gallos continuaron celebrándose con gran ímpetu en el Tívoli San Marcos, originalmente pensado como un gran salón de baile y casino, al que en 1907 se le añadió en su interior una plaza de gallos, de manera que se convirtió rápidamente en el lugar preferido por galleros y apostadores de todo el país.
A partir de 1968 las viejas peleas dieron origen a un espectáculo híbrido, pues por primera vez “artistas de cine, radio y televisión” como María Duval, Pepe Infante y Amalia Macías comenzaron a actuar en el palenque durante los intermedios de los combates.
En abril de 1972 se inauguró el nuevo palenque de la feria, “el más moderno y funcional del país” según se decía, en el que actuaron personajes como Amalia Mendoza La Tariácuri, Angélica María, Vicente Fernández, Juan Gabriel y las Hermanas Águila entre muchos otros.
A partir de entonces, en el palenque comenzaron a presentarse los mejores artistas nacionales y se consolidó como un lugar en el que, al lado de la multitud anónima, se dan cita grandes empresarios, personajes de la farándula y políticos.
En abril del año 2000 se inauguró el nuevo palenque Federico Méndez, con capacidad para 10 mil personas, lo que de nuevo puso a Aguascalientes a la vanguardia de esta clase de centros de diversión y en el que ya es costumbre presentar a los mejores artistas nacionales e internacionales, así como los mejores partidos del país para jugar en la monumentales tapadas de la Feria de San Marcos.
A partir de 1960 la feria creció notablemente, hasta que en los años ochenta se hizo evidente que el viejo jardín y las instalaciones que le rodeaban ya no eran capaces de contener al crecido número de feriantes. Entonces comenzó una nueva etapa llena de retos, que ha implicado el crecimiento físico del área en la que se celebra la verbena, la construcción de nueva infraestructura, la racionalización del uso del espacio y la internacionalización un evento en el que las diversas exposiciones han sido también uno de los ingredientes más atractivos, promoviendo siempre la participación de grandes y pequeños empresarios e industriales, comerciantes, campesinos y artesanos.
La robusta presencia de la charrería en la Feria de San Marcos tiene también raíces añejas, su creciente importancia es fiel reflejo de la jerarquía de este deporte, uno de los más característicos símbolos nacionales.
De igual forma, el carácter cultural de la verbena es de gran valor: el Premio de Poesía Aguascalientes, el Encuentro Nacional de Arte Joven y el Ferial de las Bellas Artes constituyen eventos emblemáticos de la feria y verdaderas anclas del espíritu humanista que tienen también los festejos.
En el caso del certamen poético, se recuerda el antecedente de los Juegos Florales, celebrados sin interrupción entre 1931 y 1967. Transformado, revitalizado y ampliados sus horizontes, el certamen se convirtió en Premio Nacional de Poesía en 1968, y a partir de 1980, en Premio de Poesía Aguascalientes.
La presencia de las artes plásticas data de 1891, cuando se llevó a cabo una primera Exposición de Bellas Artes, en la que los feriantes pudieron admirar trabajos de los más grandes artistas mexicanos de esa época como Jesús F. Contreras, José María Velasco, Alfredo Ramos, Leandro Izaguirre y José Jara. En 1945 se montó una exposición con obras de Saturnino Herrán, Jesús F. Contreras y Francisco Díaz de León
En 1966, impulsado por el Instituto Nacional de Bellas Artes, se convocó al Primer Concurso Nacional para Estudiantes de Artes Plásticas, incluyéndose las disciplinas de pintura, dibujo, grabado y escultura. A partir de 1980 fue creado el Encuentro Nacional de Arte Joven, del que han salido grandes artistas como el aguascalentense Enrique Guzmán.
A iniciativa de los maestros Víctor Sandoval y Ladislao Juárez Ponce, el Ferial de Aguascalientes fue presentado por primera vez en los patios de Palacio de Gobierno en 1966, un evento con carácter de festival escolar, en el que los alumnos y maestros de las escuelas y talleres de música, danza, teatro y poesía de la Casa de la Cultura mostraban lo mejor sus progresos y de su repertorio.
A lo largo de los años, el Ferial ha generado un “magnetismo” particular, llevando en cuatro ocasiones la cultura de Aguascalientes al Palacio Nacional de Bellas Artes, máximo recinto artístico del país.
Hoy, a 180 años de la primera feria, los retos y oportunidades que se le presentan a la verbena son variados. A lo largo de su historia, la Feria de San Marcos ha dado fama nacional e internacional a Aguascalientes, al tiempo que ha dinamizado su economía y potenciado el turismo.
En los últimos años, la feria ha modernizado grandemente su infraestructura y ensanchado sus horizontes, ajustando su organización en todos los aspectos a los más exigentes estándares internacionales de calidad, recuperando la tradición pero incorporando con inteligencia una clara estrategia de modernización.
Instalaciones vanguardistas como la expo ganadera más grande de México en el parque temático Isla San Marcos, el nuevo andador de la feria en la calle J. Pani, la nueva zona de bares y restaurantes y la velaria de la expo comercial se suman a los hermosos espacios tradicionales para formar un conjunto de casi noventa hectáreas, en el que la historia se une al espíritu de la modernidad, confirmando a la Feria de San Marcos como la Feria de México.
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