Poco antes de la media noche del jueves 22 de agosto, los ciudadanos que llegaron a cargar gasolina a la estación de servicio ubicada sobre la carretera federal 70, en las inmediaciones de Venadero, fueron sorprendidos por un hombre que con el rostro ensangrentado, la camisa rota y llena de polvo los apuraba a que se marcharan del lugar.
"]Váyanse, váyanse, ya no pongan gasolina; esto está muy caliente!", urgía a los clientes para que se retiraran de la gasolinera.
También lo escucharon que le decía a alguien vía telefónica: "¡Me atoraron, me atoraron; vengan rápido!".
La vehemencia del sujeto hizo que los clientes dejaran la estación de servicio y siguieran su camino hacia la ciudad de Aguascalientes, donde al ingresar, a la altura del Hotel del Alba se percataron de la presencia de muchas camionetas, a bordo de las cuales viajaban hombres armados; las camionetas entraron ala ciudad y se dispersaron por calles y avenidas.
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