El gobierno de Aguascalientes hizo manifiesto a través de mucho tiempo, su propósito de facilitar la regularización financiera de Novatex, pero lo impidió la avaricia y la mezquindad de la otra parte. Por conducto del Instituto de Vivienda existió disposición de absorber terrenos propuestos inicialmente no en dación de pago, sino para una operación de compraventa que aportaría recursos para cubrir salarios caídos de los trabajadores y repondría un capital de trabajo favorable a la reanudación de operaciones. Casi todo estaba arreglado, cuando en una de las insistentes tácticas dilatorias a las que se apeló, vino la confraoferta de otro predio diferente, mucho más alejado de la ciudad y prácticamente no útil para la construcción de casas. Allí se rompió toda relación, con instrucciones al departamento jurídico de la secretaría de Desarrollo Económico, de intervenir ahora sí con máxima energía.Así cuentan ahora en Hidrocálido, lo que antes fue la confirmación de los desesperados esfuerzos que el gobierno estatal hacía por salvar la empresa. Parece que los dueños vieron que se les tendía una mano y también quisieron agarrar el pie.
Ahora el gobierno estatalpresume que una buena parte de los trabajadores ya fueron reubicados. Seguramente así ha sido, pero por esfuerzo de los propios obreros que tienen familias que alimentar y ante el cierre de Novatex optaron por buscarse otro empleo.
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